
La Ruta del Color
ERES NUESTRO VISITANTE N°
Quiero que estemos todos locos

Hay distintos tipos de locura. La locura diaria de atascarse en el tráfico, la locura de pelear y discutir con jefes, de lo cotidiano, de despertarse y estar enojado. Hay locuras que destruyen, que repelen.
Aunque asumo que todo nace de contrarios, de lo negativo y lo positivo, no me explayaré sobre esa.
Yo sufro otro tipo de locura. Locura creada desde el momento que me embarque en la aventura de la Expedición Cóndor de los Andes que me llevó a conocer Colombia.
Hoy padezco esa locura que por la mañana me lleva a sonreír.
Locura de la que hace que te dejes llevar, que no te importe su edad, ni a que se dedica. Locura que te hace interesarte en si está dispuesto en volver a amar o si asume que va a estar abajo, para valorar esas veces que estará arriba.
Sufro de esa locura que no acepta fronteras, que hace que no te sientas de ningún lugar y a la vez de todos.
Padezco de sonreír diario, todo el tiempo. Esa locura que se puede contagiar.
Te es difícil hablar con gente que no está tan loca como tú.
Estoy loco. Soy de los que tienen miedos y los utiliza como trampolín. Tengo tanto miedo a que me hagas daño que voy diario a abrazarte. Los locos que uno atrae son los que van en el cuarto camión del día y escuchando música se les escapa un pasito para acá, un pasito para allá.
Estoy feliz de elegir esta locura todos los días al despertar. De ver el cielo y agradecer.
Mi locura es la que elijo, la que para tener un buen día siempre debo checar que esté en mi bolso, junto a mis llaves y mi billetera.
Soy de los que te va a decir que te vuelvas loco, que sonrías mínimo tres veces al día (y si es a desconocidos mejor) y que rías una vez. Pero si te pasa algo, si te rompen el corazón y ese esquema… Llora, siente como te estás partiendo por dentro, que cada lágrima sea desde lo más profundo. Que nada de lo que somos ni sentimos sea en vano.
Vuélvete loco y disfruta de lo rico que se siente!